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Cada 28 de mayo, el Día Mundial del Hambre nos recuerda que millones de personas aún se van a la cama sin haber comido lo suficiente. Pero también es una oportunidad para reconocer los avances que el mundo ha logrado cuando trabajamos juntos.

Según datos recientes de la FAO, el porcentaje de personas que padecen hambre en el mundo ha disminuido en comparación con décadas anteriores. Aunque los efectos de la pandemia y los conflictos globales han hecho retroceder algunos avances, lo cierto es que hoy existen más programas de asistencia alimentaria, mejores tecnologías agrícolas y mayor conciencia sobre la necesidad de producir alimentos de manera sostenible.

Países de todo el mundo están invirtiendo en sistemas alimentarios resilientes, impulsando el desarrollo rural y apoyando a pequeños productores. Iniciativas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible han colocado el hambre cero como una prioridad global. Hoy sabemos que es posible erradicar el hambre, pero necesitamos mantener el compromiso y redoblar esfuerzos.

Un problema global que aún persiste

Dicho esto, los desafíos siguen siendo enormes. Más de 735 millones de personas en el mundo siguen padeciendo hambre crónica. Los conflictos armados, el cambio climático, las desigualdades económicas y el acceso limitado a recursos continúan afectando a los más vulnerables, sobre todo en zonas rurales.

Producimos uno de los alimentos más accesibles y nutritivos del planeta

En AgroAmérica, entendemos que no podemos mantenernos al margen de esta realidad. Como productor y exportador de banano —una de las frutas más nutritivas, asequibles y consumidas del planeta— tenemos una responsabilidad directa en la lucha contra el hambre.

El banano no solo es fuente de energía, fibra, potasio y vitaminas esenciales, sino que, gracias a su bajo costo, es accesible para millones de personas en todo el mundo. A través de nuestra operación agrícola y comercial, llegamos a mesas de hogares que buscan opciones sanas, completas y económicas.

El empleo rural también es una forma de combatir el hambre

Pero nuestra contribución no termina ahí. Generamos empleo formal y digno para más de 14,000 personas en áreas rurales, mejorando el ingreso y la calidad de vida de miles de familias. Mantenemos una política de salario digno, que permite a nuestros colaboradores cubrir sus necesidades básicas y las de sus familias con estabilidad y respeto.

Programas sociales que alimentan el futuro

Además, implementamos programas sociales y ambientales que fortalecen la nutrición, la salud y el bienestar comunitario. Desde nuestro Centro de Desarrollo Humano, brindamos servicios de salud preventiva, educación de calidad y formación en buenas prácticas alimenticias. Nuestra escuela para hijos de colaboradores garantiza acceso a una educación integral, mientras que el programa Bana-Nutrición promueve hábitos saludables desde la primera infancia, impactando positivamente el desarrollo físico y cognitivo de los niños. Para 2026, nos hemos propuesto lograr que al menos el 75% de los niños con desnutrición aguda atendidos en el programa logren su recuperación nutricional.

También trabajamos activamente para reducir el desperdicio. A través de nuestro programa Cero Desperdicio de Alimentos, no solo donamos bananos a comunidades vulnerables y bancos de alimentos, sino que también los transformamos en puré de banano certificado bajo el sello Upcycled, contribuyendo a una economía circular que aprovecha al máximo cada recurso y ayuda a alimentar a más personas.

Sembrar oportunidades sostenibles

De cara al futuro, en AgroAmérica queremos seguir sembrando oportunidades. Para 2026, buscamos fortalecer los conocimientos y habilidades de emprendedores rurales, promoviendo iniciativas productivas locales que generen ingresos sostenibles y reduzcan la dependencia alimentaria. Además, nos hemos comprometido a alcanzar al menos un 50% de participación de mujeres en nuestras becas de emprendimiento, convencidos de que empoderar a las mujeres es una vía directa para combatir el hambre y la pobreza.

La lucha contra el hambre es de TODOS

Combatir el hambre no es solo una meta institucional, es una causa humana. Estoy convencido de que el sector agroindustrial tiene un papel clave en esta misión. Desde AgroAmérica, seguiremos sembrando esperanza, con cada hectárea cultivada, con cada familia empleada, con cada acción social.

Hoy, te invito a sumarte a esta causa. Ya sea como consumidor responsable, aliado estratégico, colaborador o ciudadano, todos tenemos algo que aportar. Juntos, podemos construir un mundo donde nadie tenga que elegir entre comer o sobrevivir. Un mundo donde el hambre sea cosa del pasado.