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Ante la crisis del cambio climático y ahora la pandemia que enfrentamos, me surgen reflexiones sobre los modelos de negocios que apoyan el desarrollo sostenible.

Modelos de negocios

En los años 50 surge el concepto de Responsabilidad Social Empresarial, una visión de negocios basada en el respeto, los valores éticos, el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad. Posteriormente se maneja el modelo de empresas sostenibles y más recientemente el modelo de empresas regenerativas.

Este último modelo de negocio se refiere a garantizar la disponibilidad de los recursos a futuro, colocando a la naturaleza y a la persona en el centro de las prácticas comerciales. Con este modelo, la visión de las empresas debería de ser la de ayudar a transformar las cadenas de suministro de productos y alimentos para que sean regenerativas.

Regenerar

Regenerar significa restaurar, renovar y reabastecer, además de conservar. En la agricultura, concretamente, significa fomentar la regeneración del suelo, la conservación del agua, el aumento de la productividad y la diversidad biológica, así como reducir las emisiones de carbono a la atmósfera para retenerlas en los suelos. Todo esto con el objetivo de obtener mejores resultados económicos y ambientales que contribuyan a la prosperidad y equidad de los colaboradores, clientes, stakeholders y comunidades.

La agricultura regenerativa comprende una gestión integral que además ayuda a mejorar la calidad de alimentos que consumimos.

Todas las empresas y personas podemos ser “regenerativas”. Por ejemplo, empleando la 4 R: reducir, reutilizar, reciclar y recuperar.

En AgroAmérica nos hemos esforzado por ir adoptando cada uno de los modelos de negocios, adaptándonos a los cambios y al mercado. Por ejemplo, en las operaciones de banano en Guatemala y Ecuador, estamos concluyendo una certificación de carbono neutral. Con orgullo comento que en un estudio realizado sobre la huella de carbono en la región generada por la producción de banano, se comprobó que los productores de banano independientes guatemaltecos tienen el impacto de carbono más bajo por unidad de producción.

AgroAmérica también ha hecho avances en la conservación de los suelos. Entre las prácticas reutiliza el 80% de la planta del banano como un aporte de materia orgánica a los suelos y absorción de agua. En las plantaciones hay siembras de cobertura vegetal para evitar la acumulación del agua en el suelo y la erosión.

Otras técnicas regenerativas

Las técnicas de agricultura regenerativa abarcan también la reforestación, pues no está demás decir que, con más bosques y carbono del suelo almacenado, obtenemos aire más puro para respirar y mitigar el efecto invernadero y fomentar la biodiversidad.

La mejor forma en que las empresas podemos apoyar el tema de reforestación es por medio de alianzas y programas a largo plazo. Estas prácticas han dado muy buenos resultados en AgroAmérica. La empresa forma parte de la iniciativa LandScale como actor clave en la conservación de paisajes en el Suroccidente de Guatemala, en alianza con Rainforest Alliance y Solidaridad Network. Apoya también los esfuerzos de conservación de los bosques y la biodiversidad en más de 19,000 hectáreas en la Reserva de la Biósfera Maya en Guatemala, en un proyecto en alianza con Solidaridad y Wildlife Conservation Society (WCS). Cuenta además con un programa de conservación del mangle y programas de reforestación de cuencas, en alianza con instituciones de gobierno y comunidades locales. Tiene en sus operaciones una reserva de 975.34 hectáreas de bosque y el proyecto más reciente es el de conservación de abejas y polinización, en la planta de ingredientes de Guatemala (único proyecto de este tipo en el país).

Aliento a todas las empresas y personas a convertirse en “regenerativas” y las invito a conocer los esfuerzos de sostenibilidad de AgroAmérica.