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Vivimos una época en el que la incertidumbre dejó de ser una variable externa y se convirtió en el escenario permanente del liderazgo. Los mercados cambian rápido, el clima cambia más rápido y la tecnología acelera los modelos de negocio a un ritmo que nunca habíamos visto. Pero hay algo que se mueve incluso más deprisa: las expectativas sociales y de los consumidores, que evolucionan más rápido que la innovación misma.

En este contexto, liderar como lo hacíamos hace diez años —o incluso hace cinco— dejó de ser suficiente. La pregunta que me he hecho a lo largo del año es simple, pero profunda:
¿Qué capacidades debe tener un líder para navegar escenarios que cambian con tanta rapidez y exigirnos nuevas versiones de nosotros mismos?

Después de escuchar a equipos, comunidades, expertos y colegas de distintos sectores, llegué a la conclusión de que el liderazgo que necesitamos hoy se sostiene sobre tres pilares esenciales.

1. Rigor para entender la realidad más allá de las percepciones

En tiempos de incertidumbre, las percepciones pueden distorsionar la realidad. Por eso, un liderazgo sólido comienza con información confiable. Los datos no sustituyen la conversación humana; la enriquecen. Permiten escuchar con mayor claridad, anticipar riesgos, optimizar recursos y tomar decisiones basadas en evidencia, no en impresiones.

A lo largo del año confirmé que los modelos, indicadores y análisis rigurosos no nos alejan de las personas; al contrario, nos ayudan a entender mejor el impacto real de nuestras acciones.

Un estudio de PwC (2024) indica que las organizaciones que toman decisiones basadas en datos tienen tres veces más probabilidad de superar a su competencia, y logran niveles más altos de eficiencia operacional y resiliencia.
Los datos son una forma de responsabilidad: revelan la verdad, incluso cuando es incómoda, y nos permiten actuar con coherencia.

2. Visión para anticipar, no para adivinar

No podemos predecir el futuro, pero sí podemos prepararnos para él.
La agricultura —como tantos otros sectores— está en un proceso acelerado de transformación: nuevas regulaciones, tecnologías que redefinen procesos y un entorno climático mucho más desafiante.

La visión estratégica hoy no es un mapa fijo, sino un radar amplio.
Los líderes que miran cinco, diez o quince años adelante, aun con información imperfecta, están construyendo sistemas más resilientes, flexibles y preparados para el cambio.

3. Valor para cambiar a tiempo

En un entorno incierto, el riesgo más grande no es equivocarse, sino aferrarse a decisiones que ya no funcionan.
Me he dado cuenta de que los equipos respetan más a un líder que corrige el rumbo que a uno que intenta defender lo indefendible.
La flexibilidad se convirtió en un acto de valentía, no en señal de debilidad.

La investigación del MIT Sloan Management Review (2023) indica que las organizaciones con líderes adaptables tienen un doble nivel de éxito en la implementación de estrategias frente a aquellas con modelos rígidos.


A lo largo del año entendí que la incertidumbre no es un obstáculo, sino un espejo.
Muestra lo mejor y lo peor de nuestro liderazgo. Y nos obliga a elegir qué tipo de líder queremos ser.

Personalmente, quiero liderar desde el propósito, no desde el miedo.
Quiero promover conversaciones honestas, decisiones coherentes y una cultura donde la adaptabilidad sea parte de nuestro ADN.
Quiero que mi equipo sepa que no busco ser infalible, sino responsable, consciente y dispuesto a aprender.

Porque en tiempos de incertidumbre, la verdadera estabilidad no viene del entorno: la construye el liderazgo.

Cerrando el año

Hoy cierro este año con gratitud.
Por las personas que trabajaron con compromiso.
Por las decisiones difíciles que dejaron aprendizajes.
Por los errores que nos obligaron a crecer.
Y por los pequeños logros que construyen futuro, aunque no siempre aparezcan en un informe.

Si algo me ha enseñado este año es que el liderazgo no se define por cuánta certeza tenemos, sino por la calidad de nuestras decisiones cuando la certeza no existe.

Y ese es el camino que quiero seguir recorriendo.