Cuando caminé por primera vez entre los manglares majestuosos y entrelazados de la costa suroccidental de Guatemala, no era solo el CEO de AgroAmérica en una visita de trabajo. Era un testigo de la fuerza callada de la naturaleza: esos árboles resilientes que se alzan donde la tierra abraza el mar, sosteniendo vida en sus raíces. Ese día, junto a amigos de organismos internacionales y aliados del gobierno local, sentí una chispa. Supe que AgroAmérica debía hacer más que cultivar alimentos; debía cultivar esperanza para ecosistemas como estos. Los manglares no son solo árboles: son guardianes de comunidades, de la vida silvestre y del futuro de nuestro planeta. Déjame decirte por qué importan y cómo los estamos defendiendo.
Por qué los manglares me robaron el corazón
Los manglares son los héroes anónimos de la naturaleza. Arraigados en las costas tropicales y subtropicales, estos bosques salados hacen cosas que muchos ni siquiera notamos. Protegen pueblos costeros de tormentas, sus raíces frenando la furia de las olas y la erosión. Son verdaderos campeones en atrapar carbono, almacenando hasta cuatro veces más que los bosques terrestres, luchando en silencio contra el cambio climático. Son el hogar de peces, cangrejos y aves, ecosistemas llenos de vida. Y filtran el agua, manteniendo nuestras costas limpias. Cada vez que veo un manglar, pienso en cuánto les debemos a estos protectores callados.
Un compromiso personal en marcha
Esa visita a los manglares de Guatemala me cambió. Hice un compromiso, no solo como CEO de AgroAmérica, sino como alguien que quiere dejar el mundo mejor de lo que lo encontró. Desde entonces, hemos puesto el corazón en proteger y restaurar estos ecosistemas.
El mes pasado, iniciamos la temporada 2025 de reforestación de manglares, plantando más de 2,500 árboles de mangle botoncillo en 1.2 hectáreas. No fue solo un proyecto, fue una celebración de trabajo en equipo junto a aliados como el Instituto Nacional de Bosques (INAB), el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), el Ministerio de Ambiente (MARN), el Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC), FUNSALUD y líderes locales. Juntos, no solo plantamos árboles; plantamos posibilidades para costas más sanas y comunidades más fuertes.
Además, la semana pasada participamos en el III Simposio de Manglares 2025, realizado en Retalhuleu, Guatemala. Fue un espacio de intercambio valioso donde convergieron expertos técnicos, representantes comunitarios, academia, instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, el sector privado e invitados internacionales. Durante el evento, nuestro director de Sostenibilidad presentó la experiencia de AgroAmérica y los avances logrados a través de proyectos colaborativos con aliados estratégicos. Estos espacios fortalecen nuestro trabajo y nos inspiran a seguir impulsando acciones conjuntas por la restauración y conservación de los ecosistemas de manglar.
Un legado de restauración
Nuestro compromiso no es nuevo, pero crece cada día. Entre 2021 y 2023, AgroAmérica, junto a Rainforest Alliance y otros aliados, restauró más de 135 hectáreas de manglares en el suroccidente de Guatemala a través del proyecto “Restauración del Sistema Manglar”. Ese esfuerzo fue reconocido internacionalmente, no porque buscáramos premios, sino porque demostró lo que es posible cuando cuidamos la naturaleza y a las personas al mismo tiempo. Se trata de desarrollo sostenible: garantizar que las comunidades tengan agua limpia, costas seguras y oportunidades para prosperar.
También nos enorgullece participar en las Mesas Técnicas de Manglar en la Costa Sur de Guatemala, donde colaboramos con aliados locales y regionales para compartir conocimientos y construir estrategias que perduren. Es un honor ser parte de un movimiento más grande que cualquier empresa: un movimiento por nuestro planeta.
Por qué los manglares te importan
Tal vez te preguntes: “¿Y por qué debería interesarme por los manglares?”. Es una buena pregunta. Si alguna vez disfrutaste de un plato de mariscos frescos, caminaste por una playa tranquila o te sentiste seguro en un pueblo costero durante una tormenta, es probable que los manglares hayan jugado un papel sin que lo supieras. Trabajan para todos nosotros: protegen costas, sostienen pesquerías que alimentan a millones y combaten el cambio climático para que todos podamos respirar un poco mejor. Pero están en peligro por la deforestación y el desarrollo. Por eso, en AgroAmérica, estamos totalmente comprometidos: perder los manglares es perder una parte de la resiliencia de nuestro planeta.
Una ola global de esperanza
El mundo está empezando a valorar los manglares. La UNESCO ha declarado algunos sitios de manglares como Reservas de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad, dándoles la protección que merecen. Desde Indonesia hasta Filipinas, se están plantando millones de árboles de mangle para sanar costas degradadas. Los científicos usan drones y satélites para estudiar estos ecosistemas y aprender cómo protegerlos mejor. Los países están creando leyes para frenar la tala ilegal y promover prácticas sostenibles. Y, lo más importante, las comunidades están tomando acción: aprendiendo, liderando y cuidando los manglares que las sostienen.
ÚNETE ESTE 26 DE JULIO
Cada 26 de julio celebramos el Día Internacional de la Conservación del Ecosistema de Manglares. Es un momento para detenernos, valorar estos bosques increíbles y renovar nuestro compromiso con su futuro. En AgroAmérica, estamos orgullosos de ser parte de este esfuerzo global, pero no podemos hacerlo solos. Estés cerca de una costa o lejos de ella, puedes ayudar compartiendo esta historia, apoyando iniciativas de conservación o simplemente aprendiendo más sobre por qué los manglares importan.
Para mí, este trabajo es personal. Es por las personas que he conocido en los pueblos costeros, por la vida silvestre que depende de estos bosques y por el legado que dejaremos a nuestros hijos. Los manglares me han enseñado que las pequeñas acciones—plantar un árbol, unirse a una causa—pueden crear olas de cambio. Espero que te unas a nosotros para celebrar y proteger a estos héroes silenciosos. Juntos, podemos asegurarnos de que prosperen para las generaciones futuras.